Todo lo que no está incluido en la tarifa que selecciones, puedes comprarlo de forma anticipada hasta doce horas antes de la salida del vuelo a través de my.flylevel.com. Aquí, por ejemplo, tienes una carta con diferentes opciones de menú, que incluye desde un poke de salmón hasta pollo con curry o una hamburguesa con patata asada. La comida, por cierto, no está nada mal, algo que siempre es importante en los aviones. También puedes comprar bebidas, auriculares y un kit de comfort que incluye manta, cojín y accesorios varios como cepillo y pasta de dientes. Ya a bordo, puedes acceder al wifi previo pago de una tarifa, y tienes la consabida oferta de entretenimiento que incluye series, música, podcasts y por supuesto películas, entre ellas los títulos de Filmin que forman parte de la guía antes mencionada, films tan icónicos como Manhattan (1979) de Woody Allen, toda una declaración de amor a Nueva York filmada en blanco y negro, Carretera perdida (1997) de David Lynch, que muestra algunas localizaciones menos conocidas de Los Angeles, como el edificio Firestone que ha vuelto a abrir sus puertas recientemente tras cuatro años de reformas, Somewhere (2010), el film con el que Sofia Coppola ganó el León de Oro a la mejor película en el festival de Venecia, que nos muestra la ciudad de Los Ángeles más glamourosa con sus fiestas, avenidas y localizaciones como el Chateau Marmont o Spotlight (2015) de Tom McCarthy, Oscar a la mejor película y mejor guión original, una historia sobrecogedora basada en hechos reales que narra cómo el equipo de reporteros del Boston Glove destapan decenas de casos de pederastia perpetrados durante décadas por diferentes sacerdotes, que la iglesia trató de ocultar, y que discurre por algunos de los lugares más reconocibles de Boston, como el Union Park, la biblioteca pública o el Fenway Park, uno de los campos de beisbol más bonitos de Estados Unidos. ¿Pero no era a Los Ángeles donde volábamos? ¡Vamos!