Leticia Sala acaba de publicar Los cisnes de Macy's, su primer libro de relatos. La autora barcelonesa, una de las pioneras en utilizar Instagram como medio para dar a conocer sus textos, presenta una obra bien armada que se mueve entre la ficción y la memoria con la que pretende alejarse del escenario digital que la vio nacer. Esta colección de treinta y un relatos habla del deseo de ser madre, de la amistad perdida, de la búsqueda de la propia identidad y, por supuesto, de redes sociales generando un retrato certero de los anhelos y las neurosis millennials. Comentamos la inspiración detrás del libro, la fascinación por la cultura pop norteamericana y su trayectoria como escritora.
Es tu primer libro totalmente en prosa literaria, ¿cuál fue la razón para este cambio de género literario?
In Real Life, mi segundo libro, fue una obra exclusivamente dedicada a poemas. Pero Scrolling After Sex, el primero, fue una obra muy diversa en la que había poemas, pero también había relatos. Así que este género literario ha estado conmigo desde el principio. Siempre pienso que son los temas que deben decidir sobre la forma. En este caso, sentí que los relatos eran la mejor herramienta para canalizar estas temáticas.   
¿Cómo empezó el proceso de plantear y escribir el libro? 
Viniendo de un libro de poemas, me sentí tentada a explorar la prosa de nuevo. Al empezar una historia, simplemente me pregunté qué emoción o pregunta estaba latiendo más en mí. Una vez detectado, trabajé para construir unos personajes y una narración que permitiesen hacer avanzar esa pregunta.  
Los cisnes de Macy’s se podría definir como una obra que conviven con naturalidad los relatos de vivencias personales con los de pura ficción ¿Te sientes cómoda en esta definición? 
Me siento muy cómoda. Hay algunos relatos que por su sensibilidad he querido tratar directamente de forma autobiográfica. En otros, he necesitado la construcción que te comentaba en la respuesta anterior para que llegase la voluntad comunicativa que tenía en la cabeza.  
¿Por qué escogiste este título para el libro? 
Los Cisnes de Macy’s es el título de uno de los relatos. El motivo por el cual lo escogí como título del libro es porque sentí que estas dos palabras representan lo que luego aparece en todas las historias: los cisnes, el animal del poeta, el simbolismo. En el lado opuesto, Macy’s, los grandes almacenes de USA, que apela al universo pop.  
Tus obras se caracterizan por tener un tono muy biográfico y de ejercicio de memoria ¿Crees que a partir de este libro la ficción ocupará más espacio en tu vida? 
Como te decía, la ficción ya estaba en algunos relatos de Scrolling After Sex. No quiero que la ficción me abandone todavía, aunque le diría lo mismo a la memoria. 
En la portada aparece una obra de la pintora Lola Gil en la que vemos en primer plano una figurita de cristal con la forma de un teléfono antiguo, ¿existe algún significado oculto en esta obra que tú relaciones con tu libro? 
Todas estas historias son un especie de behind the scenes de varios temas: la amistad, la maternidad, las redes sociales… Un teléfono transparente detrás de una mujer con una expresión pensativa y enigmática me pareció una imagen que define muy bien la esencia de este libro.  
Es imposible leer tu obra y no sentir tu fascinación por la cultura pop norteamericana en todas las referencias directas a lugares y marcas. En la narrativa española no suele ser un tema muy recurrente, incluso se podría decir que se penaliza esta manera de escribir, ¿estás de acuerdo? 
Estoy muy de acuerdo. Siento que en la literatura española existe un cierto pudor a escribir de esta forma, como si mencionar una marca fuera sinónimo de frivolidad. Para mí es sinónimo de precisión. Cuantos más detalles, la persona que lo lee podrá crearse una imagen más certera en su cabeza. 
Hablas mucho de la pérdida, tanto amorosa como de la amistad, ¿cómo crees que nuestras pérdidas emocionales afectan a la persona que somos? ¿Es la pérdida un motor creativo en tu obra? 
Creo que cada pérdida que vivimos nos pone contra las cuerdas para irnos a un lado u a otro: al del dolor o al de la liberación del ego. Desde luego la pérdida es una de las cosas que más me inspiran para escribir. Todo tipo de pérdida: la de las personas que ya no somos, la de los amigos, la destrucción de las promesas. 
¿Crees que la pérdida de la amistad es más trágica que la pérdida del amor? 
Creo que en la pérdida de la amistad existe menos lenguaje, menos universo compartido. Si yo llego a una mesa con todos mis amigos y les digo que mi pareja me ha dejado, todos llegarán rápidamente a una imagen común, a un vocabulario compartido. No sucede lo mismo con la amistad. Creo que existe un mayor pudor a asumir que las amistades terminan, o que a veces deben terminar.  
La maternidad en todos sus estados –gestación, pérdida, embarazo, parto, crianza– está presente en casi todos los relatos de tu libro . Tú has sido madre recientemente, ¿crees que la maternidad es/será un tema recurrente en tu obra? 
La maternidad ha estado bastante presente en esta obra porque ha pillado mi transición entre no ser madre y convertirme en una. Creo que es un tema que seguirá presente porque las preguntas que me genera son enormes, aunque tal vez desde otros puntos de vista y en diferente intensidad.  
En el relato 04/08/2021 hablas de las complicaciones del postparto de una manera dura y no demasiado popular ¿Crees que en literatura se habla poco de este tipo de temas? 
Creo que solo ahora se está empezando a hablar y escribir de una forma honesta y más analítica. Aún así, creo que queda mucho recorrido para sentir que hemos conseguido hacer las paces con la complejidad que supone. 
¿Has reflexionado sobre el hecho de cómo ser madre puede percutir en la relación con tu oficio?
Sí, pienso a menudo en esto. Por desgracia el oficio de la escritura no funciona como otros más prácticos en los que puedes trabajar durante un cierto número de horas determinadas y tener hecho el trabajo. La escritura es una especie de oficio constante que te invita a estar siempre conectada con la posible llegada de una idea. Un recién nacido te clava en la tierra, solo existe el mundo físico. Pero por suerte esto va cambiando con el paso del tiempo y los niños pueden ser fuente infinita de inspiración.  
Durante los relatos vas conociendo distintas etapas que has vivido, como las amistades, mudarse o todo el proceso que hemos mencionado anteriormente de la maternidad. ¿Cómo diferenciarías a la Leti del principio del libro a la del final? 
Creo que a la del principio le daba miedo explorar la oscuridad. La del final entiende que hay que ir a ese lugar si se quiere escribir literatura. 
Hace poco escribías en Instagram que esta red social ha dejado de parecerte estimulante a la hora de expresarte y acabas de inaugurar una newsletter llamada Magical Thinking. Perteneces a la generación que ayudó a elevar las redes como motor creativo, ¿está habiendo un cambio en este sentido? ¿Hacia dónde crees que nos dirijimos? 
Creo que nos dirigimos a un contenido cada vez más exclusivo, de pago, en el cual Instagram será una especie de portal de anuncios que comunique algo que está sucediendo en otro lugar. Con Magical Thinking estoy sintiendo una libertad creativa en internet que no sentía desde los inicios de Instagram, cuando el algoritmo no penalizaba tanto y el dinero no estaba tan presente. Siempre me ha gustado utilizar internet como una catapulta que te lleve al mundo físico, en mi caso, a los libros. 
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