En 2016, Mikiko Kikuta, comisaria japonesa, me invita a participar en la decimo octava edición de este proyecto, que consiste en documentar un prefectura japonesa previamente asignada. El momento no podía ser más interesante porque yo acababa de dar por cerrado Galerna y consideraba que estaba preparado para abrir una etapa nueva, trabajar de una forma nueva.
Nunca antes estuve en Asia y presté mucha importancia a la preparación emocional y mental a la hora de abordar este proyecto. Emprendí un proceso de ‘limpieza’ a conciencia y me preparé para llegar a Japón muy libre de cargas y en un estado de apertura total a nuevos estímulos. Pasé tres meses trabajando en el concepto de isla realizando una interpretación simbólica del círculo, el triángulo y el cuadrado. Estas tres formas básicas ya despertaron mi interés mientras trabajaba en las cuevas, ya que la presencia de estos signos es generalizada en multitud de paneles paleolíticos.
Según Carl Jung, se encuentran firmemente ancladas en el subconsciente colectivo, así que podríamos decir que, además de tener una relación con la filosofía zen, son estructuras básicas compartidas por el conjunto de la humanidad. El objetivo era hacer interactuar estas tres formas básicas de forma dinámica y que fueran percibidas como una unidad. Tuve la suerte de exponer este trabajo en un lugar tan especial como la Galería de Punta Begoña en Getxo, también en Polonia, y el año pasado volví a Japón para exponerlo allí. La experiencia no ha podido ser más interesante.