Pura coincidencia. Así es como empezó. Pero cada vez era más intenso. Al mirarse, ya sabían qué era lo que pensaba la otra. Una conexión indestructible. Rolling Hills, el fashion film de la colección A/W 19 de Rita Row, exalta la singular unión entre sus dos protagonistas. Más allá de sus rasgos físicos, las unen multitud de aficiones, gestos y deseos compartidos. Y, por su puesto, la vestimenta. Mediante esta historia, salen a la luz los diseños más recientes de Imma Serra y Xènia Semis, inspirados en las praderas y el entorno del norte de Europa.
A partir de los paisajes otoñales de Noruega, surge Rolling Hills AW19. La nueva colección de la firma catalana propone patrones basados en prendas antiguas y trajes tradicionales de villas rurales. Pero no se limita a quedarse en el pasado. Imma Serra y Xènia Semis son capaces de trasladar estas siluetas míticas a la actualidad. Diseños en los que predominan los tonos tierra, sin dejar de lado lo que define el universo de Rita: comodidad, calidad y estilo en una misma prenda. Con estas creaciones como hilo conductor, se vertebra la nueva campaña de la firma: un fashion film, dirigido por Núria Tolós – filmmaker que ya ha trabajado anteriormente para Rita Row –, que transporta al espectador a una nueva estética femenina, a través de una fusión de texturas y colores rurales trasladados a formas y volúmenes urbanos y cosmopolitas.
La historia se desarrolla entre espacios interiores y localizaciones exteriores, con cierta estética retro y con un predomino de las tonalidades cálidas, en perfecta armonía con la paleta de colores utilizada en las prendas. Mediante la interpretación de Tessa Vardy y Yarik Umanets, Rolling Hills sumerge al espectador en la particular relación de sus dos protagonistas. Comparten gestos, miradas cómplices e incluso movimientos simultáneos. Pero, a medida que avanza la pieza, la utópica conexión parece que empieza a resquebrajarse. Un vínculo que, quizá, ha ido demasiado lejos y que ahora, independientemente de la voluntad de las protagonistas, parece imposible destruir.
La historia se desarrolla entre espacios interiores y localizaciones exteriores, con cierta estética retro y con un predomino de las tonalidades cálidas, en perfecta armonía con la paleta de colores utilizada en las prendas. Mediante la interpretación de Tessa Vardy y Yarik Umanets, Rolling Hills sumerge al espectador en la particular relación de sus dos protagonistas. Comparten gestos, miradas cómplices e incluso movimientos simultáneos. Pero, a medida que avanza la pieza, la utópica conexión parece que empieza a resquebrajarse. Un vínculo que, quizá, ha ido demasiado lejos y que ahora, independientemente de la voluntad de las protagonistas, parece imposible destruir.
