El ‘cap de fibló’, también conocido como manga de agua o tromba marina, es un fenómeno natural similar a un tornado, y también el símbolo que ayuda a Lluís a construir el discurso de su exposición sobre el deseo. Utilizando la espiral “como elemento simbólico en las imágenes –como guía de la forma y el crecimiento en la naturaleza o como representación del pensamiento”, el fotógrafo presenta escenas donde los caracoles, las ondas en el agua, las plantas enredaderas o las rocas siguen esta forma geométrica hipnótica. A pesar de ser su primera exposición individual en Barcelona, Cap de fibló también incluye un par de obras inéditas de Blanca Miró Skoudy y Cristian Herrera, así como una intervención de Alexandra Jordana. Además, la serie trasciende el formato expositivo para convertirse, también, en un foto libro publicado por Noom Books, una editorial independiente con sede en Barcelona, otro más a las espaldas del fotógrafo, que ya publicó hace cosa de año y medio Mal de tierra.