“Ni serio, ni intelectual, ni vanguardista”. Así define Furio su primer proyecto en solitario, Amateur, el álbum que actúa como carta de presentación de su nueva propuesta y sonido. Después de seis años sin parar de lanzar música con su banda Defensa, se encuentra en un momento donde necesita experimentar y crecer por separado de su compañero, Garoto 3000, y ha apostado por soltarse el pelo y abrir su corazón para que lo podamos conocer un poco mejor.
Lo vemos más suelto, más desenfrenado y más queer. No le importa mostrarse vulnerable, ni cantar abiertamente desde la honestidad. Producido y grabado casi por completo en su dormitorio, el disco se define como "la búsqueda de algo sincero", nos comenta en esta entrevista. Con un identificable sonido pop D.I.Y, habla del amor en todas sus formas, tanto del propio como del romántico, pero también de sus consecuencias: el dolor. Siete canciones componen el esqueleto, pero Furio se ha encargado de crear todo un imaginario en torno a la propuesta, que se aleja de la realidad cotidiana para meternos en su fantasioso universo. Lo vemos bailando apasionadamente, pero también llorando frases crudas que hacen de este debut una propuesta completísima. Conozcámoslo.
Buenas, Furio, para los que aún no te conocen, ¿quién eres y qué haces?
¡Hola, METAL! Soy Furio, músico y artista audiovisual argentino. Lo que hago es un poco difícil de definir porque ocupo muchos roles: el de songwriter y productor musical, también director creativo, diseñador gráfico, guionista y montajista de mis videos. Sin meterme demasiado en detalles aburridos, podríamos decir que hago pop DIY; pop hecho con las herramientas que fui juntando a lo largo de mi vida, sin dejar de apuntar a un resultado que esté a la altura de las fantasías más alocadas de mi yo adolescente.
Hace poco menos de dos años que vives en Barcelona. Como barcelonesa se me hace inevitable preguntarte, ¿qué es lo que te llamó a venir a vivir a esta ciudad?
Conocí Barcelona en un viaje con mi familia y fue amor a primera vista. De todas las ciudades que visitamos en aquel viaje fue por lejos con la que más conecté. No sé si por la arquitectura o por el clima, o quizás por ese equilibrio hermoso entre metrópolis vibrante y ciudad costera mediterránea que tiene. Aun siendo bastante chico, me pasó algo que me atrajo siempre a volver y finalmente, después de la pandemia, sentí que necesitaba un cambio de aire, probar algo distinto, y todo se alineó para que finalmente suceda.
Tu último lanzamiento en música fue con tu boyband Defensa en 2022. Ahora emprendes un nuevo viaje solo. ¿Qué fue lo que os llevó a decidir empezar vuestras carreras en solitario?
Se dio en realidad de manera bastante orgánica. Con Juan aka Garoto 3000, mi compañero en Defensa, llevamos muchos años haciendo música juntos y nos pareció que era el momento de probar algo nuevo. Algunas de las canciones que lancé ahora, como también algunas de las que lanzó él en el último año, eran demos que nos habíamos mostrado para trabajar juntos, pero que finalmente resolvimos que eran muy personales y merecían salir al mundo de otra forma. Creo que es algo superlindo para los dos habernos dado este espacio para experimentar y crecer por separados. Cuando volvamos a trabajar juntos, estoy seguro que lo haremos con otra energía y nuevos recursos.
Llevabas con Defensa seix años, un largo tiempo compartiendo las formas de hacer las cosas y de estar ligado a lo que la banda exige. ¿Cómo ha sido el proceso de conectar de nuevo con tu propio sonido? ¿Tenías claro qué dirección tomar o has ido probando?
Tenía claro sobre todo que quería encontrar algo muy mío, menos ligado a la tendencia y menos intelectual. Pero el proceso de encontrar eso fue también el de soltar las pretensiones y simplemente ponerme a hacer música. Creo que con Defensa nos preocupamos muchísimo por siempre estar en el cutting edge del pop, y si bien amo todo lo que hicimos dentro de esa búsqueda, creo que para estar a la altura de ese discurso también tuve que dejar de lado un montón de temáticas y sonidos que me encantan y me identifican en la misma medida. Ahora, habiendo indagado en ellas, incluso creo que puedo combinar algo de los dos universos y sentirme más adueñado de todo.
Antes de entrar en materia, ¿qué canciones (que no sean tuyas) crees que describen el espíritu de tu nuevo álbum?
Si bien este álbum no es un ‘álbum pandémico’, sí es muy cierto que durante ese año de cuarentena dejé de lado un poco la música de club y pop experimental que suelo escuchar y gravité hacía la música de algunos cantautores de los setenta y ochenta que me cautivaron por su sinceridad y sencillez. Me enamoré de la calidez de esa música, de una época quizás más simple y menos rebuscada. Se me vienen a la cabeza canciones como It’s Gonna Be Lonely, de Prince; Only You, de Steve Monite; Rock You Baby, de George McRae, y Southern Nights, de Allen Toussaint.
Que el disco se llame Amateur teniendo ya en tu espalda tanto recorrido musical me parece curioso. ¿Crees que tienes un poco el famoso síndrome del impostor?
La palabra ‘amateur’ me encanta por muchos motivos. Amateur, lisa y llanamente, significa amante, y la realidad es que este álbum es antes que nada una colección de canciones de amor hechas por alguien que ama mucho la música, tanto escucharla como hacerla e interpretarla. Amateur es también en algún sentido antónimo de profesional, y siendo totalmente sincero, es muy poco el dinero que he hecho haciendo música, es decir, que lo hago por amor al arte, por sobre todo lo demás. Al menos por ahora. No creo que sea tanto una cuestión de síndrome del impostor sino un poco mi manera de hacer gracia respecto del porqué y el cómo de todo esto.
Amateur es mitad música y mitad visuales, pues has hecho un full album video. ¿Qué importancia le das a esta conexión entre lo visual y lo musical?
Es absolutamente esencial para mí. Siento que la música, y más aún el pop, es la excusa perfecta para hacer algo distinto, fuera de lo obvio y lo cotidiano. Una manera de insertar fantasía en nuestras vidas.
El deleite visual de un videoclip o la puesta en escena de un show musical es algo totalmente único, porque si bien sin duda que se enlazan conceptos y motivos artísticos, es algo mucho más impulsivo y sensorial que una película o una obra de teatro, donde suele regir la narrativa.
Cuando nos enfrentamos a un vídeo de Madonna o un show de Rosalía, nadie se está preguntando ‘ey, ¿de dónde vinieron esos hermosos bailarines con sus movimientos sugestivos?’ o ‘¡che! ¿Por qué está volando por los aires arriba de una montaña de peluches prendidos fuego?’. No, definitivamente no. Para mí, es el quiebre con todas las reglas. Fuera la gravedad. Fuera la linealidad. Fuera la heteronorma. Esto es pop, no Borges.
Te has mostrado dejándote llevar y bailando sin cesar, y has apostado por un sonido pop DIY mezclado con diferentes otros géneros. ¿Qué nos puedes contar de la evolución del álbum desde que era una idea hasta el resultado final?
Lo que ha regido durante el proceso entero ha sido el instinto. No quise complicarme de más ni tratar de hacer algo más serio, ni más intelectual ni vanguardista, ni que suene ni que se vea mejor que lo que puedo lograr con mis propios medios. Con el instinto como motor, el álbum tomó forma de manera muy fluida, muy sincera. De la experimentación surgieron las primeras semillas de canciones, los primeros demos. De esos demos hice una selección de aquellos que sentí más frescos y que me dieron más ganas de seguir trabajando. Y así sucesivamente iba expandiendo este universo, dejándolo crecer de forma impulsiva y orgánica. Para el final del proceso tenía frente a mí estas siete canciones que sentí que clickeaban, que eran una familia y también quizás algo así como un cuento fragmentado sobre el amor en todas sus formas.
En OK A-A anuncias que “Vamos de cero”. Entiendo que en cierto modo quieres desligarte un poco de tus trabajos anteriores. ¿Qué facetas tuyas que no hemos visto antes nos quieres mostrar en este proyecto?
La faceta más importante de todo este proyecto es la sinceridad, o al menos la búsqueda de algo sincero. Sin que sea algo denso, quiero que quede claro que todo esto lo hago porque me sale de adentro. Aunque nadie lo esté pidiendo, yo necesito escribir estas canciones y salir a cantarlas. Muchas veces no encuentro el motivo ni el sentido de todo esto hasta que reconozco que no está tampoco en mi control, pero que es la manera que tengo yo de conocerme y dialogar conmigo mismo. OK A-A es de algún modo un manifesto, una declaración de intención. Estoy diciendo “heyyyyy woooorld hEEEere iiiiiii aaaaaaam“ y al mismo tiempo “back by unpopular demand: me”.
En Todo lo que toco y OOH! (I Love You) las letras son muy crudas. Conocemos a un Furio honesto, sin miedo a cantar lo que hay en el corazón. ¿Te ha supuesto un desafío mostrarte por primera vez tan transparente o una liberación como artista?
En realidad, cantar esas dos canciones me da muchísimo menos vértigo que lo que me provocan otras como Another Chance o Hípercariño. Hoy en día siento que es mucho más común el personaje del bad boy romántico y el amante arrepentido que las declaraciones de amor y ternura sin reservas. El desafío para mí está ahí, en comunicar esos sentimientos con honestidad. El amor es algo muy importante para mí, algo digno de militar, pero es difícil hacerlo sin parecer al mismo tiempo un charlatán, un profeta del amor edulcorado.
Podríamos decir que, por un lado, tenemos la parte divertida, la de desatarse sin tener miedo a que se te despeine el pelo, y por otro, la más sincera y triste. ¿Cuál dirías que es el anclaje del disco? Quiero decir, ¿qué es lo que une estas dos dimensiones?
La honestidad y la fantasía pop, como también la honestidad escondida dentro de la fantasía pop. Creo que no son solamente el anclaje de este disco, sino de todo lo que hago.
Se me hace inevitable preguntarte por los figurantes de los dos primeros videoclips (del video álbum), que van vestidos con un mono azul y van montando la escenografía. Por alguna razón me han recordado a los Oompa Loompa. ¿Con qué idea partisteis?
Los figurantes no son ni más ni menos que el equipo técnico de todos los vídeos. Lo que estás viendo ahí es al mejor equipo de rodaje con el que he tenido la suerte de trabajar. Son varios amigos y amigos de amigos que se prendieron a hacer su trabajo durante dos jornadas extensas de filmación, vestidos de mameluco azul y poniendo mucha gracia a la manera de hacer su trabajo cuando salían en cámara. Todo lo que ves en esos primeros videos fue totalmente improvisado durante los noventa minutos que llevó el armado.
La idea original era hacer algo más parecido a un session para todo el álbum, algo simple y un poco crudo que me permitiera mostrar algo de lo que es mi show en vivo. Después, a medida que iba profundizando en cada canción, las ideas de cómo representarlas iban creciendo y mutando y llegué así al guion final donde cada canción tenía su propio mini set dentro de un espacio más grande. Y como OK A-A ya tenía en realidad su propio videoclip, que ya me gustaba mucho, pensé que lo mejor que se podría hacer era un timelapse mostrando el armado de todo lo que vendría después.
La idea de vestirse con el mono azul surgió en los días previos a rodar, cuando descubrimos que esos trajes eran baratísimos y que a todo el equipo le hacía bastante gracia la idea de andar vestidos así. En el proceso comenzamos a llamarlos susanos (como los asistentes de la presentadora de tele argentina Susana Giménez) o minions (por razones obvias), pero es cierto que hay un parecido innegable con los Oompa Loompa también.
En Instagram he visto que mencionas que el álbum es baile, colores, explosiones y mariconeo en abundancia (en el buen sentido de la palabra). ¿En qué contextos te imaginas a la gente escuchándolo?
Algo que busqué muy a conciencia fue que el disco no sonara demasiado grande ni agresivo. Vengo de varios años de hacer música muchísimo más confrontativa, que demanda mucha atención, y quería hacer algo muy distinto. Como esas amistades más cercanas que se prestan a un almuerzo relajado y también a salir por una noche de desenfreno, quería hacer algo que si querés ponerlo para acompañarte mientras trabajás o cocinás no te sature, pero que si luego le subís el volumen muestra todo su calibre bailable y explosivo.
Y ya para cerrar, ¿qué se te avecina este año?
Tengo muchas ideas y también algunos planes más concretos. Lo que más quiero es salir a tocar estas canciones en vivo con el show de luces que diseñé en conjunto con Levita, un amigo escenógrafo. También quiero producir y lanzar mucha música, que expanda sobre la paleta de colores pastel de Amateur hacía algo con un poco más de contraste, algo de negro y algo de neón, donde dialoguen el romance y la introspección con algo de decadencia y un poco de perreíto.
Furio_3 2.jpg
Furio_1.jpg
Furio_4 2.jpg
Furio_2.jpg