Sonidos pegajosos –mestizaje de ritmos latinos y electrónicos–, contenidos líricos políticos, punzantes y críticos con los males de la sociedad como el patriarcado. “Mientras unos me llamaban puta, yo estaba teniendo cinco orgasmos” dice Karma, pues para ellos, “el simple hecho de sentirse bien con uno ya es sinónimo de empoderamiento.” Y con su música quieren multiplicar estas emociones. Hablamos con ellos de su nuevo LP, de su característica estética entre kitsch y oscura en la era de la imagen, de sus próximos conciertos, o de la censura, que para ellos es “la madre del fascismo”.