Queríamos alejarnos del modelo de etiqueta que habla sobre el origen. Solo en España hay más de setenta zonas de producción y más de doscientas cincuenta variedades y cuatro mil bodegas. Creemos que eso contribuye a que muchos de nosotros estemos confundidos con tal cantidad de información. A menudo parece que sea necesario ser un experto del vino para poder disfrutarlo, y nos negamos a que sea así. Así que pensamos en todo lo bueno que pasa cuando se bebe el vino, independientemente de tus conocimientos: amigos, encuentros, cenas, charlas, risas, etc.
Así surgió la idea de proponer un tema de conversación. Cada botella contiene un tema random que se descubre al rascar la etiqueta. Lógicamente no queremos obligar a nadie a hablar del tema que salga, pero creemos que pueden llevar a buenas conversaciones y que, además, nos pueden alejar un buen rato de los móviles.