En el marco del Flamenco Festival New York 2024, donde más de ciento cincuenta artistas españoles se suman a otros ochenta de Nueva York para ofrecer una mirada única de la escena flamenca actual, hemos tenido la oportunidad de conversar con Marta Robles, guitarrista y líder del proyecto Las Migas. Ellas son una de las propuestas destacadas dentro del programa, junto a otros talentos como Israel Fernández, María José Llergo o Diego El Morao. Este año, que marca el décimo aniversario del fallecimiento de Paco de Lucía, la figura de la guitarra cobra especial protagonismo. Marta nos adelanta que en este concierto se rendirá tributo al artista y que, el 10 de marzo en el Joe’s Pub de Nueva York, ocurrirá algo verdaderamente especial e íntimo.
Con un toque de sinceridad, también nos confiesa que hay nervios por esta gira estadounidense. ¿Cómo no va a haberlos cuando tienes que organizar toda una expedición con maletas llenas de ropa y discos? Aun así, estas chicas no han parado de viajar, sobre todo desde ese Latin Grammy que, queramos o no, abre nuevas puertas y da un reconocimiento a la trayectoria del proyecto. Veinte años llevan Las Migas en los escenarios, desde los comienzos con Sílvia Pérez Cruz hasta la actual formación junto a Carolina Fernández, Alicia Grillo y Laura Pacios. Ellas aceptan con libertad el cambio y la evolución, por eso nos alegramos tanto de deciros que se viene nuevo álbum y que lo presentaran en el Apolo el 5 de abril. No os desvelamos mucho más, mejor léelo por ti mismx.
Dos años después del Latin Grammy a Mejor Álbum de Flamenco seguís girando con Libres. Se podría decir que Las Migas están en un muy buen momento. Marta, ¿cómo te sientes?
Como ya hemos tenido tiempo para digerirlo y todo esto, lo veo más normal. De hecho, ahora incluso vamos a presentar el nuevo álbum también a los Grammys y ya no es algo imposible. Y vuelvo a pensar, uf, ¡seguro que no nos darán otro! Pero una vez que te dan un Latin Grammy, te das cuenta de que no hace falta estar en una gran multinacional para esto, sino que con el trabajo y el talento también puedes conseguirlo.
Hemos hecho una gira muy larga con Libres y hemos tenido tiempo para digerirlo todo y darnos cuenta de que lo merecemos. No es algo que digas, ¡wow, ha caído del cielo, qué suerte! Sino que Las Migas llevamos trabajando veinte años y no nos hemos relajado jamás, ni cuando nos ha ido bien ni cuando nos ha ido mal. Creo que este premio ha sido el fruto de esa acumulación de trabajo, de intentar siempre renovarnos, ser mejores y, claro, estoy superfeliz, es algo que me da mucho ánimo para continuar.
En nada empezáis una gira por Estados Unidos. ¿Hay nervios?
De hecho, nos vamos mañana y estoy un poco asustada en el sentido de que tenemos que llevar muchas cosas para allí, la ropa, los discos… Es todo muy grande, pero también pienso que va a salir bien y que está muy bien organizado. Tenemos muchas ganas y eso es lo primero. Aparte, vamos a un montón de estados diferentes, y yo creo que sí que va a ser un poco locura.
No es la primera vez que cruzáis el charco, ¿no?
No, no. Hemos ido a Estados Unidos varias veces, lo que pasa que antes de la pandemia. Nosotras somos una banda de tías muy viajeras y tenemos la suerte de que nos salen muchas cosas a nivel internacional. Así que, bueno, en nada estaremos allí.
Si no me equivoco, son trece conciertos y cerráis la gira el 10 de marzo en Nueva York, en The Joe’s Pub, dentro de la programación de la 23a edición de Flamenco Festival. Me he metido a cotillear la web y están las entradas agotadas.
¡Se agotaron a los tres días de salir! La sala no es muy grande, pero recuerdo que el último concierto que hicimos en la anterior gira fue allí y estaba vacío. De tener la sala vacía a que se agoten las entradas en tres días… Significa que estos años han pasado muchas cosas y, entre ellas, creo que también tiene que ver el crecimiento que hemos tenido en redes. Nos ayuda mucho a tener público fuera de España. Claro que eso de ir a Nueva York con las entradas agotadas para nosotros es superloco y nos sentimos muy orgullosas.
En esta edición del Flamenco Festival se ha querido dar protagonismo a la guitarra española y a la figura de Paco de Lucía. ¿Habéis planteado el set de manera diferente?
Este concierto, en un principio, se había planteado de otra manera. Iba a ser un concierto a dúo y acabé convenciéndoles para ir con Las Migas. Me dijeron que sí, cambiamos el formato y vamos todas, pero siempre pensé que tiene que ser un concierto dedicado a la figura de Paco Lucía. Va a haber una pieza de Paco, Río ancho, a la que le estamos haciendo un arreglo muy chulo. Será un concierto un poco más acústico que los que solemos hacer porque es un espacio pequeño y lo permite. Queremos hacer algo muy especial.
También va a venir un cantante dominicano que es superfamoso en República Dominicana, se llama Manny Cruz. Es de estas amistades que tenemos por redes, nos dijo que estaba en Nueva York y fue como, ¡oye, vente! De hecho, quiero que haya más colaboraciones y que sea un fin de fiesta chulísimo. No nos para de escribir gente diciendo que se han quedado sin entradas. Nos ofrecieron hacer una segunda fecha, pero es que creo que ya es hora de volver a casa también y pensar en el siguiente álbum, que vamos a presentar muy seguido de esta gira. Nos tenemos que concentrar un poco y quizás el año que viene volvamos.
Estoy segura de que sí. Siento que vuestra música, partiendo de una raíz muy propia como es el flamenco, tiene la capacidad de llegar a todo tipo de públicos, ¿por qué crees que es?
Yo creo que a Las Migas le podemos poner la etiqueta flamenco por ponerle una, pero en realidad tenemos muchas etiquetas y ninguna. Es una música que está hecha para que le guste a todos los públicos y es algo en lo que pensamos mucho, en hacer un espectáculo interesante y ‘divertido’ (aunque no creo que la música tenga que categorizarse como divertida). Siento que quizás el flamenco tradicional, cuando no estás formado o no lo has escuchado mucho, hay ciertos cantes que son difíciles de entender de primeras.
Nosotras del flamenco cogemos los ritmos, cogemos la fuerza, cogemos la técnica guitarrística, la voz, pero luego nuestras canciones son muy abiertas. No hace falta que conozcas el flamenco para que te gusten Las Migas y, de hecho, creo que a través de nosotras mucha gente después puede ahondar en cosas más puras. Así como primer encuentro, pues no está mal, porque a veces hacemos unas alegrías, otras tiramos más hacia una rumba con muchas voces y muchas palmas. Las Migas pasa por muchos sitios y creo que es lo que nos hace especiales.
En 2017, comentabas que en España era muy difícil mantenerse como un grupo independiente. ¿Seguís siendo independientes? ¿Cómo lo lleváis?
Es complejo. Justo anoche cenamos con Alba Carmona, una de nuestras cantantes anteriores. Nos llevamos muy bien y ella acaba de lanzar un álbum nuevo. Hablábamos de que por más que te respalde una gran discográfica, por mucho dinero y mucha infraestructura que te den, si quieres que tu disco salga como quieres debes estar tan involucrada como si estuvieras trabajando sin ese apoyo. Hemos pasado por varias experiencias con distintas discográficas y el resultado siempre era más o menos igual. Llegó un momento en el que dijimos, oye, pues vamos a hacer nuestra discográfica y lanzar nuestros discos nosotras mismas.
¿Y qué tal os fue? ¿O cómo os va, mejor dicho?
Fue un desafío porque no teníamos ni idea de nada. Hoy en día, yo aún tengo muchas dudas, pero hemos ido avanzando, tomando decisiones sobre cada detalle, desde las letras de las canciones hasta la fecha de lanzamiento. Es como organizar una boda, cuidando cada detalle y asegurándote de que todo esté hecho a tu medida, a tu gusto. Aprendes muchísimo en el proceso y, en mi opinión, es algo muy bonito. Me encanta el trabajo discográfico aunque sea agotador.
Salí muy cansada de todo este proceso, que está llegando a su fin ahora que el disco está prácticamente listo para lanzarse. Pero estoy realmente contenta porque se ha hecho a mi manera. Puedo haber cometido errores en el camino, pero los aciertos también son mérito nuestro. Me siento muy feliz de haber conseguido ser independientes, de no depender de ese nivel de reconocimiento o de estar constantemente en los medios, como suele ocurrir con artistas de multinacionales, que están en todas partes, en todos los premios, en todas las galas. A veces me sorprendo pensando, wow, no estamos en ningún sitio, realmente no tenemos ese respaldo. Pero no importa porque contamos con un montón de fans y un equipo de promo maravilloso. Hacemos las cosas a nuestra manera y nos va bien.
¿Cómo valoras el trayecto hasta llegar a este punto?
Estoy muy contenta de haber llegado hasta aquí, ha sido un camino largo y difícil. De hecho, el disco anterior se llama Libres, pero casi tuvimos que tirarlo para atrás. Estuvimos prácticamente en una batalla legal con la última discográfica porque no nos dejaban ir. Aquello me hizo darme cuenta de lo duro y, a la vez, hipócrita que puede ser este mundo. Cuando estás en la cima todos te hacen caso, pero cuando nadie te quiere, te encuentras solo. Fue entonces cuando decidimos formar nuestra propia familia a las buenas y a las malas. Ese es el plan de Las Migas: estar solas y tranquilas, haciendo nuestra música.
Me has comentado antes el crecimiento que estáis teniendo en redes. He estado echando un ojo y me ha sorprendido ver que tenéis más de medio millón de seguidores. Además, publicáis mucho contenido de reels cantando, haciendo música con más compañeras… ¿Cómo gestionas todo esto de Instagram?
Esto también ha sido algo que hemos conseguido absolutamente por nuestra cuenta. Muchas veces me planteo cómo manejamos tanto trabajo. Podría buscar a alguien que me ayude, pero no me atrevo, porque las redes las manejamos nosotras tan día a día y de una manera tan personal que es difícil dejarlo en manos de alguien que no nos conoce. He de decir que es mucho trabajo. De hecho, se pasan muchas horas en el móvil o en el ordenador haciendo cosas que a veces pienso, ¿qué tontería es esto, o no? Pero al final, eso también nos ha dado muchísimos seguidores. Entonces, bueno, lo combinamos un poco con el día a día musical, que es lo que tenemos que hacer.
Gracias a esos vídeos y a esas rumbitas que de pronto nos dio por colgar y esta cosa así como muy, muy casera, mostramos nuestra realidad. En tu día a día, no es todo un concierto, no es un videoclip, eres tú en tu casa, en pijama. Siempre veo los vídeos de y pienso, ay, he dejado las cajas de leche ahí encima, pero creo que a la gente le gusta justamente eso porque lo siente natural. ¡Ah! Y también hemos hecho una campaña de CruzCampo que ha sido superchula.
Doy por sentado que en los inicios de Las Migas era difícil emerger como un grupo de mujeres, pero a día de hoy y como líder del proyecto, ¿sigues percibiendo una actitud paternalista o una falta de confianza hacia vosotras?
Creo que en estos veinte años que llevamos con Las Migas han cambiado muchas cosas, sobre todo en los últimos. Ya no es como, mira las niñas, qué graciosas; ahora se nos tiene un respeto y se nos considera un proyecto sólido, una banda con un recorrido. Pero aún así, yo veo muchísimo machismo en el mundo de la música, y lo que más veo es la programación que hay de festivales y de salas que pienso que no tienen vergüenza: programan nueve tíos y una chica y se quedan tan panchos. Debe ser que ellos venden más, entonces ponen a nueve, pero claro, si no ponen a cinco y cinco, nunca vamos a vender igual que los hombres porque no te dan esa oportunidad.
A las mujeres nos engloban en festivales de mujeres, es como, venga, todas ahí o, a lista de reproducción de chicas. Eso lo que crea es competencia entre nosotras porque ves que si te pillan a ti, no pillan a la otra, y ya está cubierto el cupo de mujeres. Para mí es vergonzoso que esto todavía siga siendo así con los pedazo de proyectos liderados por mujeres que hay. Si no hubiera, pues ok, pero es que hay muchos y mujeres muy conocidas e increíbles. Esto no lo llevo bien, me enfada mucho, me cabreo y siempre que lo veo me pongo superpesada, pero es que tiene que cambiar.
Después de Libres, tenéis un par de colaboraciones, por ejemplo, con The Sey Sisters. ¿Es importante para vosotras seguir colaborando con proyectos liderados por mujeres?
El hecho de que nosotras estemos bien posicionadas ahora mismo no significa que ya hayamos conseguido algo. Cuando digo estas cosas no las digo por mí, nosotras ahora mismo tenemos un montón de bolos. Al revés, tengo más de los que yo quisiera, aunque no me quejo porque quiero tener más trabajo. Lo que realmente deseo es que el mundo femenino, que es inmenso, tenga las mismas oportunidades. Por eso, cuando nosotras estamos en un buen momento, aprovechamos para invitar a otras chicas que quizás no son tan conocidas.
Me encanta, por ejemplo, invitar a Rozalén a nuestros conciertos, pero es por gusto propio. Queremos dar una oportunidad a gente desconocida para el gran público para que mucha gente la conozca. Creo que es algo que debemos hacer, debemos ser agradecidas. Siempre que puedo, incluyo a compañeras que no necesariamente son amigas, simplemente personas que considero que tienen talento y que necesitan una oportunidad.
Creo que, poco a poco, Las Migas nos estamos convirtiendo en un colectivo más que en una banda de cuatro mujeres con nombre y apellido; a veces somos más. A veces, en lugar de una cantante vienen dos. Y si una guitarrista no puede, viene otra. Ahora nos corresponde abrir un poco nuestra mente y formar una banda muy potente, con mujeres muy potentes, y aprovechar este momento. Debemos investigar para que la gente nos vea de esa manera y también para mostrar que no hay competencia. Debemos dar ejemplos necesarios.
Enfocando de cara al tema de sacar nuevo disco, Las Migas habéis tenido muchos cambios, muchas rotaciones dentro de la banda, lo que quizás hace que cada álbum sea muy diferente al siguiente. ¿Qué me puedo esperar del siguiente?
Siguiendo esa estela, este álbum es muy diferente al anterior porque se ha hecho de una forma mucho menos pensada; es mucho más espontáneo, mucho más desde los sentimientos. Tiene mucha fuerza emocional. También tiene mucha rumba, que es un género que no hemos tocado tanto y viene de un momento en el que ya no necesitamos tanto el reconocimiento, con Libres ya lo tuvimos y con eso llegó el Grammy. Ahora teníamos ganas de hacer algo más personal, con menos miedos y menos prejuicios propios. Lo hemos producido entre Oriol Riart, que es mi pareja, y yo, igual que hicimos en el anterior. Ha sido un proceso muy bonito y creo que el resultado va a ser bastante sorprendente, porque hay cosas muy distintas. Quizás no tanto a nivel de producción, sino a nivel compositivo.
Ayer con Alba comentábamos que cuando haces un disco, le coges tanta manía que no lo quieres escuchar nunca más en tu vida, pero luego te acabas reconciliando y es muy bonito. Yo sé que me va a pasar esto, pero así de primeras tengo muchas ganas de compartirlo con la gente, que lo escuchen nuestros fans, que lo bailen, que lo canten y a ver qué pasa. El formato de Las Migas está cambiando también, hay ganas de probar cosas y ver qué pasa, y si nos equivocamos no pasa nada tampoco.
Para terminar y dejarte acabar las maletas, te quiero dar un espacio para que hagas promo, que para eso estamos.
Lo más importante es que presentamos el disco el 5 de abril en la Sala Apolo, en el Festival Empremtes de Barcelona, y queremos que esté la sala llena a rebosar. Luego presentamos en Madrid el 21 de junio, que además es el Día de la Música en el Universal Music Festival en el Teatro Albéniz. Vienen muchas más, así que estaros atentos a nuestro Instagram y lasmigas.com