“Partiendo de algunas ideas y bocetos de canciones que surgen en casa”, Amateur compone las canciones intimistas y pausadas que tan cerca sentimos al escucharlas. Esta formación es de todo menos nueva: está compuesta por Mikel Aguirre, Cheli Lanzagorta e Iñaki de Lucas, exintegrantes del que fue uno de los grupos más sonantes de la escena indie española, La Buena Vida. Su legado está presente en la nueva generación, solo hay que ver la preciosa versión en directo que hizo Amaia de su tema Qué nos va a pasar. Y es que cuando un mensaje es genuino, está destinado a perdurar. Ajenos a las modas e intromisiones, su recorrido es como el del río al mar, constante y seguro. 
Tras años difíciles de desengaños laborales y pérdidas, se reagruparon en 2017 con nuevas energías para emprender un nuevo camino y ahora, siete años más tarde, sacan Impasse, un proyecto que se nutre de la experiencia y la seguridad y capacidad que vienen con ella. Se saben manejar mejor a la hora de tocar y componer, pero también de “plasmar en una grabación lo que te ronda la cabeza”, y así nos llega el segundo disco del grupo cuyo nombre, como nos cuentan, muy lejos de ser una broma, es el manifiesto del amor por lo que hacen.
Hola, ¡gracias por vuestro tiempo! Hoy publicáis Impasse, vuestro segundo álbum como Amateur. El primero, Debut!, salió en 2017. ¿En qué habéis estado metidos estos últimos siete años?
Han pasado muchas cosas en nuestras vidas durante estos años, tanto en lo personal como en lo profesional. Han sido años intensos y difíciles, pandemia de por medio, pero no perdimos la ilusión por seguir componiendo canciones, y una vez tuvimos bocetado material suficiente, enseguida nos pusimos a idear y producir un nuevo disco.
Los integrantes de Amateur venís de otro grupo, La Buena Vida, así que lo de trabajar en equipo no os viene de nuevo. Pero el cambio es la única constante en la vida. ¿Sentís que trabajáis de manera diferente a antes? ¿Cómo ha ido evolucionando vuestro proceso creativo como banda?
A lo largo de nuestras trayectorias hemos tenido la inmensa fortuna de grabar unos cuantos discos, pero yo diría que el proceso creativo sigue siendo básicamente el mismo: partiendo de algunas ideas y bocetos de canciones que surgen en casa, ponemos en común esas propuestas, comentamos y debatimos cómo nos gustaría que sonasen y qué tipo de instrumentación utilizar. Una vez en el estudio de grabación, probamos cosas, terminamos versos de las letras, cambiamos estructuras, tonos… y vamos tirando del hilo, tratando de que cada canción funcione y consigamos los ambientes, melodías, arreglos e interpretaciones que buscábamos.
Por cierto, es bastante irónico que os llaméis Amateur cuando sois todo lo contrario. ¿Supongo que os llamáis así en clave de humor?
No, no es ninguna coña, ni ninguna ironía. Qué va. El nombre viene más bien del sentido original del término, aquel que hace algo por amor al arte, sin que deba de existir una recompensa o contraprestación económica a cambio. Hacemos esto, componer canciones, grabar discos y dar conciertos porque nos encanta, es nuestra pasión.
Empezasteis en la música a finales de los 80, o sea que lleváis muchas experiencias a vuestra espalda. ¿Cómo creéis que os ayuda este background a lo que hacéis hoy en día? ¿Cómo ha contribuido a la creación de Impasse, por ejemplo?
El aprendizaje a lo largo de los años sin ninguna duda sirve para manejarte mejor a la hora de tocar un instrumento, de componer y también a la hora de plasmar en una grabación lo que te ronda en la cabeza. El camino recorrido, las experiencias compartidas, los descubrimientos, los aciertos, los errores… todo cuenta, todo esto va moldeando la personalidad y el estilo. Cada vez intentas superarte y hacerlo mejor si cabe, aunque no siempre se logra.
Este grado de experiencia, ¿os confiere más seguridad y os hace más libres o, por el contrario, sentís que tenéis que dar incluso más, demostrar más, que tenéis más responsabilidad?
A la hora de crear es imprescindible ser libre y no estar supeditado a presiones u opiniones externas. Nunca hemos atendido a modas u otras motivaciones cuando se trata de idear y producir nuestras canciones. Lógicamente te dejas aconsejar y aprendes muchas cosas de la gente con la que has decidido trabajar en una grabación (músicos, productor, técnicos de sonido, etc.), pero fuera de ese círculo no hay opción de intromisión creativa por parte de nadie. No estamos tampoco para demostrar nada, tan solo pretendemos ser honestos con nosotros mismos y con nuestro trabajo, pasarlo bien y mantener viva la ilusión por hacer cosas nuevas, bien hechas, sin que pese demasiado la responsabilidad.
Desde Mushroom Pillow, el sello por el que habéis fichado, definen vuestro sonido como pop elegante, romántico y clasicista. ¿Qué reivindican para vosotros estos tres adjetivos?
Nunca nos hemos sentido demasiado cómodos con las etiquetas, pero comprendemos que a la hora de promocionar un grupo o un disco sean útiles para orientar al público sobre lo que va a escuchar en un álbum o en un concierto. No es sencillo autodefinirse, la percepción de uno mismo puede ser engañosa, no siempre coincide con lo que se aprecia desde fuera. En cualquier caso, no nos importa demasiado y además de esos tres adjetivos seguro que nuestra música es muchas cosas más.
Las canciones son muy intimistas, sobre todo algunas como Claro de luna, Maneras de quererte, Fue una vez, o Jane, dulce Jane. ¿Cómo habéis trabajado el sonido y la composición de Impasse?
La mayor parte de las canciones del disco fueron compuestas entre 2018 y 2019 y quedaron bocetadas en una maqueta que grabamos de forma sencilla (voz, guitarra acústica y piano) en el local de ensayo en julio de 2019.  Hablamos entonces con nuestro amigo músico y productor, Yon Vidaur, para que nos ayudase a buscar un enfoque idóneo para la producción de las nuevas canciones y planificar su grabación. Luego, por varias circunstancias, entre ellas la pandemia, no pudimos entrar al estudio de grabación hasta septiembre de 2020.
Decidimos centrarnos en quince de las ideas previamente bocetadas y grabarlas en tres tandas de cinco canciones. Así que partiendo de tomas live con acústica y voz en el estudio De Lucas en San Sebastián, fuimos haciendo recordings de piano, bajos, otras guitarras, etc. hasta dejarlas niqueladas en cuanto a estructura, melodía, tonalidad y ritmo. Una vez que contamos con unas bases sólidas, fuimos arreglando la instrumentación de cada canción con los elementos idóneos y puliendo las letras de las canciones.
Tuvimos la fortuna, el honor y el placer de contar con la colaboración de un elenco impresionante de grandes músicos como Isa Cea de Triangulo de Amor Bizarro (voz), Diego Vasallo (voz), Joserra Senperena (arreglos orquestales y órgano Hammond), Joseba Irazoki (guitarras eléctricas), Paul San Martín (piano), Fernando Neira/Carlos Subijana/Alberto Bosch (bajo) y otros muchos que nos fueron visitando poco a poco. Una vez tuvimos todo grabado, Yon Vidaur se ocupó magníficamente de las mezclas, y finalmente Estanis Elorza hizo la masterización.
Irremediablemente, vuestro sonido me recuerda al anhelo de John Denver o a Mark Knopfler en solitario, que juegan con un sonido más intimista y acústico. ¿Qué sensaciones os gustaría emanar con este nuevo disco?
Estamos muy satisfechos con la producción, que corrió a cargo de Yon Vidaur y el propio grupo. Las canciones suenan de maravilla, con mucha dinámica, y el espectro sonoro, melódico y los arreglos y la instrumentación elegida, es muy amplio y rico en matices. Pero al mismo tiempo, es un disco que suena natural, sencillo, nada artificioso, no sobrecargado, ni demasiado editado ni arreglado, hay espacio en las canciones, respiran. Y muchas veces parece que son tomas únicas en las que estamos tocando todos juntos a la vez delante de un par de micrófonos. Ese era nuestro propósito y creo que lo hemos logrado.
Tenéis influencia en la nueva generación. Sin ir más lejos, Amaia hizo una versión muy bonita de vuestro tema Qué nos va a pasar. ¿Cómo vivisteis este momento?
Amaia tiene un don, transmite muchísimo cuando canta, consigue emocionar y llegar a la gente, cosa que no es nada fácil. Fue fantástico saber que la música de La Buena Vida es un referente para ella y que había incorporado una preciosa versión de Qué nos va a pasar a su repertorio en directo. Lógicamente, eso sirvió para que muchos de sus fans y un público más amplio conociera a La Buena Vida y la canción. Se lo agradecemos mucho.
Impasse es todo una rareza: en un momento donde el sonido en la música está completamente procesado y acelerado (por ejemplo, las versiones sped up que triunfan en TikTok), vuestra vibra transmite otro espacio, el de la calma y la contemplación, como también de las pequeñas cosas. ¿Cómo os sentís ante este panorama?
Bueno, todo esto creo que va un poco en consonancia con estos tiempos fugaces que vivimos, donde todo (el consumo, la opinión, el disfrute) funciona a un ritmo frenético, a veces parece que ya no hay lugar para la reflexión ni la creación serena y sosegada. No hay tiempo ni paciencia para asimilar nada. Y la escala y la medida adecuadas de las cosas se pierden o se desproporcionan. Sin embargo, también es cierto que con internet, las plataformas digitales, las redes sociales, etc. se han abierto muchísimas nuevas oportunidades de información, comunicación y difusión de las creaciones, opiniones e ideas de la gente, y eso está muy bien. Que propuestas pequeñas como la de Amateur, humildes y sin unas pretensiones desmesuradas, puedan trascender su ámbito natural y llegar a un público más amplio, más diverso e internacional, es magnífico.
Por curiosidad, ¿qué escucháis vosotros en vuestro día a día?
Un poco de todo. Durante la composición y producción de este disco he escuchado mucha música americana de los setentas, ochentas y noventas, cosas como Big Star, Jackson Browne, Elliot Smith, Bonnie Raitt, John Prime, Tom Petty & The Heartbreakers, James Taylor, Carol King, Gene Clark, Nico, Townes Van Zant, Leon Russell, Paul Simon, Tom Waits, Guy Clark y otros muchos.
Vuestra formación anterior, pese su trayectoria y legado, tiene la mayor parte de su música en un limbo discográfico y sin estar disponible. ¿Cómo os sentís en vuestro nuevo sello?
Estamos muy contentos, encantados de que un sello discográfico como Mushroom Pillow haya apostado por una propuesta como la de Amateur. Contar con el respaldo y la ayuda de una compañía discográfica le aporta a este momento de la publicación de Impasse un extra de ilusión y también de cierta tranquilidad, al saber que el disco va estar muy bien editado, distribuido y promocionado, y que vamos a poder llegar a un público más amplio en todos los sentidos.
Tras esta larga espera, y con un disco nuevo bajo el brazo, supongo que también habrá una gira. ¿Dónde podremos disfrutar de vuestra música en directo?
Seguro. Ojalá que el nuevo disco sea bien recibido y que los programadores y organizadores de conciertos en salas, teatros y festivales, muestren interés y podamos hacer muchas actuaciones presentando estas nuevas canciones de “Impasse” y algunas otras del primer disco, en diferentes formatos dependiendo de la ocasión y el sitio.